La
investigación, un Acercamiento a la Realidad.
Como
compositor que soy, desde hace ya medio siglo, deploro enormemente que los
responsables de dar los créditos sobre las obras musicales que se graban y se transmiten
a través de la radio y la televisión o se publican en la prensa, por lo general
se queden cortos y den incompleta o errada la información. Habiendo en la
actualidad diversas maneras de obtener y corroborar los datos, no se justifica
tal irregularidad.
Señores comunicadores, músicos,
productores, locutores… hay que investigar lo suficiente para difundir o
publicar los datos reales de las obras que manejamos. Es nuestro deber, puesto
que si no indagamos y extraemos la información veraz, difundiremos datos falsos,
siendo en consecuencia, responsables de la distorsión de la historia de nuestro
patrimonio musical y cultural.
En esta
época está muy de moda copiar y pegar información sacada del Internet. Esta
acción se justifica para ciertos propósitos. Pero, por Dios, hay que ser
originales y creativos. Cuando uno se basa en una fuente ajena para desarrollar
o completar algún trabajo de investigación, debe por lo menos leer e
interpretar el material prestado y hacer un resumen personal que nos enorgullezca.
Es altamente recomendable hacer aportes personales respecto al tema tratado,
pues es lo que le da valor al trabajo realizado. Además, es necesario citar los
créditos correspondientes, porque así lo exige la norma.
Una monografía
que no esté sustentada en una exhaustiva pesquisa, se sentirá deficiente y carecerá
de atractivo para el lector.
Por otra
parte, debemos confiar siempre en la fuente original de nuestro intelecto. Ser
sabio no es conocerlo todo. La sabiduría es más bien, tener la capacidad de
entender, razonar, deducir y comunicar lo asimilado, como resultado de una
buena gestión personal, para beneficio propio, familiar o colectivo. Siempre
habrá una que otra casilla vacía en el crucigrama del saber. Pero, el hecho de
que no lo hayas completado, no significa que no puedas seguir ojeando el diario
de la vida, para continuar cultivándote.
Explorar
los temas que sean de importancia para nosotros (que no para otros), hasta considerarnos
satisfechos, es lo mejor que podemos hacer para sentirnos realizados como seres
inteligentes. No obstante, el rompecabezas del conocimiento que posee el
investigador, siempre carecerá de algunas piezas, cuyos vacíos seguirán apareciendo, aún cuando otras sean acuñadas en el tablero del saber.
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